La muerte, aunque inevitable, puede transformarse en un acto profundamente significativo. En Biofuneral creemos que cada despedida es también una oportunidad: de recordar con amor, de reconectarnos con la tierra y de proyectar un legado que no se extingue, sino que florece.
Hoy queremos compartir contigo algo más que una cifra: nuestro impacto vivo. Porque cada árbol que plantamos es una historia que continúa.
Hasta hoy, Biofuneral ha acompañado a más de doscientas familias en sus procesos de despedida. Y con ellas, hemos plantado 212 árboles nativos en distintas regiones de Chile. Cada uno de estos árboles tiene nombre, tiene raíz, tiene sentido.
Desde el punto de vista ecológico, el aporte es concreto y medible: cada árbol capta en promedio 22 kg de dióxido de carbono (CO₂) por año. Eso significa que, solo con nuestras primeras 212 plantaciones, estamos contribuyendo a la captura de más de 4.600 kg de CO₂ anuales, lo que equivale a cerca de 23 toneladas de CO₂ evitadas en cinco años.
Pero más allá del cálculo ambiental, está lo verdaderamente importante: las personas. Las familias que nos eligen para cerrar un ciclo con dignidad, respeto y conciencia.
Testimonios reales
«Gracias por ayudarnos a despedir con amor, plantar memoria y volver a la vida en paz.»
«Una experiencia de despedida con sentido. Una pausa sagrada para transformar el dolor…»
«Mi madre volvió a la tierra como quiso. Plantamos un Quillay. Hoy ese árbol crece con fuerza. Es ella, es nuestra familia, es nuestro lugar de encuentro.»
Estas palabras no fueron escritas para promocionar nada. Son testimonios reales, espontáneos, publicados por quienes vivieron el proceso de despedirse de manera diferente. Son el reflejo de una comunidad que se levanta incluso en el dolor, y elige mirar hacia adelante con esperanza.
En Biofuneral no sólo estamos cambiando la forma de morir; estamos cambiando la forma de permanecer. Nuestro compromiso es seguir creciendo. Para los próximos años nos hemos propuesto metas claras:
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Alcanzar los 1.000 árboles plantados antes del año 2030.
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Desarrollar el primer parque memorial ecológico urbano de Chile, donde los árboles sean memoria viva.
 - Reducir colectivamente más de 100 toneladas de CO₂ con nuestras acciones directas.
 
Innovar no es solo incorporar tecnología. Es también volver al origen. Por eso todas nuestras ánforas contienen árboles nativos de viveros propios, listos para crecer en los suelos de nuestro país. Cada elección, desde los materiales hasta los rituales, está pensada para respetar la naturaleza y a quienes la habitan.
Además, trabajamos activamente en educación ambiental, en alianzas con municipios, en la creación de protocolos para funerales sostenibles, y en generar conciencia sobre nuevas formas de vivir el duelo, más íntimas, más humanas y más conectadas con la tierra.
Hoy queremos invitarte a ser parte de este legado.
Si estás atravesando un momento de pérdida, queremos acompañarte.
Si estás buscando una forma de despedida que tenga sentido, aquí estamos.
Y si eres parte de una institución, una organización o una comunidad, conversemos. Hay mucho por hacer. Y juntos, podemos plantar no sólo árboles, sino esperanza.
Porque despedirse también puede ser un acto de amor por el futuro.
Biofuneral
La vida continúa. Plantémosla.

